Como antecedente próximo, ya en la década de 1960, en plena época hippy, la CIA inundó de drogas tanto a los destacamentos de soldados estadounidenses en el frente de Vietnam, como en la propia sociedad norteamericana. Muchos experimentos MK-Ultra con sustancias psicotrópicas y alucinógenas fueron realizados por los servicios secretos en aquellos años convulsos. Detrás de todo ello se encontraba el siniestro Instituto Tavistock de Londres para la manipulación de la mente y personalidad humana.
En los pasados meses de 2012, en Florida, Estados Unidos, se han dado varios casos de sujetos que se han convertido en caníbales compulsivos, muy agresivos. El nuevo producto ya ha provocado varias muertes; se habla de 14 muertes en Estados Unidos. Además, la supuesta zombie tiene unos efectos tan que incita al suicidio en el individuo.
Las autoridades han estado investigando si estos individuos actuaron bajo los efectos de la droga sintética «sales de baño», que se vende como «Cloud 9» o «Ivory Wave», entre otros nombres. En España también se conoce como "Ola de marfil". Esta extraña droga comenzó a extenderse a mediados de 2010 en Estados Unidos y en el Reino Unido.
No obstante, una de las posibilidades es que este fenómeno no se deba a la toma de drogas, sino a otras causas. Quieren anular nuestra consciencia y personalidad, y si no es con drogas ni armas, será con un microchip. A fín de cuentas, ¿Insertarnos un chip, qué es sino convertirnos en una especie de zombies vivientes?
Según los expertos de los laboratorios que han realizado los análisis, estas sustancias nunca se habían probado en animales ni en personas, por lo que quienes lo toman están haciendo de conejillos de indias con su cuerpo...
Alguien, alguna oscura entidad, con mucho dinero, organización, medios técnicos, y capacidad de distribución, ha diseñado esta campaña de experimentos zombies, con intenciones desde luego más que perversas.
Por otra parte, Rusia ha anunciado que está desarrollando armas electromagnéticas capaces de volver zombies a las personas.
Vladimir Putin y su Ministro de Defensa, Anatoly Serdyukov, anunciaron el desarrollo de un arma electromagnética que interfiere en el sistema nervioso central de los seres humanos, afectando a la voluntad de la persona.
Las pistolas electromagnéticas emiten una radiación de baja frecuencia, similar a las microondas. Las ondas de baja frecuencia pueden afectar a las células del cerebro, lo que en esencia daría lugar al control mental.
Según el diario Daily Mail, este arma rusa podría ser puesta en funcionamiento a finales de la presente década 2010-2020.
Según Anatoly Tsyganok, director del Centro de Pronósticos Militares en Moscú, "Este es un arma muy grave". La radiación puede dañar los órganos internos, controlar el comportamiento y puede llevar al suicidio.
En realidad este arma no es nueva. Los EE.UU. y Rusia han estado trabajando en secreto en armas electromagnéticas desde la década de 1950. Una forma de estas armas también se ha utilizado para controlar multitudes. "Cuando se usó para dispersar a una multitud y se centra en un hombre, su temperatura corporal subió de inmediato, como si le introdujeran en una sartén caliente", dijo Tsyganok.